TERESA MARGOLLES

Margolles ha invitado a Antonio Hernández Camacho de Ciudad Juárez para que interactúe con el público, contando historias sobre la grave situación que padece al ser dueño de un negocio en una ciudad fronteriza inundada de drogas y violencia. Por 40 años, Antonio tuvo su local en la Avenida Juárez, una de las más transitadas de la ciudad, donde él grababa palabras en llaves, haciendo souvenirs de la misma. En el conflicto para mantener su tienda, Antonio trabajaba los fines de semana al otro lado de la frontera en El Paso, Texas, una acción que refleja las condiciones económicas y sociales de la vida en la franja frontera EUA/México. Sin embargo, recientes problemas, como la extorsión, forzaron a cerrar su negocio. Las llaves de la ciudad, de Teresa Margolles fue estrenada en el San Francisco Art Institute, San Francisco, California, EUA, febrero 2010. Llega a Madrid después de pasar por las ciudades de Dublín y Boston. Teresa Margolles (Culiacán, México, 1963) es una artista de largo recorrido. Sus inicios se relacionan con el colectivo SEMEFO, del cual fue fundadora. Ha expuesto de forma individual en el Museum für Moderne Kunst de Frankfurt/Main, el Kunstverein für die Rheinlande und Westfalen de Düsseldorf, el Frac de Lorraine o en el Kunstmuseum de Berna. En el 2009 representó a México en la Bienal de Venecia con la instalación “¿De qué otra cosa podemos hablar?”. Asimismo, ha participado en numerosas bienales internacionales (Goteborg, 2003; Kwangju, 2004; Baltric Trienal, Vilinius, 2005; Liverpool, 2006) y otras exposiciones colectivas de relevancia como ECO – Arte Contemporáneo Mexicano, MNCARS, 2005; Indelible Images (trafficking between Life and Death), Museum of Fine Arts, Houston; Mexico City: An Exhibition about the Exchange Rates of Bodies and Values ,P.S.1 Contemporary Art Center, Nueva York. El trabajo de Teresa Margolles refleja críticamente la realidad social de México. Ella ha escogido como su atelier la morgue. el cuarto para diseccionar y, recientemente, las violentas calles de México. Éstas no solo manifiestan la muerte, sino atestiguan una angustia social. Margolles trabaja con marcas para explorar las repercusiones de actos violentos que destruyen las redes humanas. Desde que en 1990 Teresa Margolles funda junto a otros miembros el grupo SEMEFO (Servicio Médico Forense), la morgue y las salas de autopsia se convierten en su principal lugar de trabajo. Su obra se centra en la investigación no tanto de la muerte como de las implicaciones socio-culturales que manifiestan los cuerpos sin vida de una sociedad tan marcada por la violencia y las desigualdades económicas como el México actual. Durante años, la mexicana ha sondeado en sus fotografías, objetos, vídeos o instalaciones los retazos de memoria, condición social y experiencias vividas por cadáveres anónimos.
  Margolles ha utilizado el agua resultante de los lavados de cuerpos de autopsias para vaporizar una sala o para mojar en ella papeles de los que resultan poéticas abstracciones. En 1999 atendió la petición de una mujer sin recursos que había abortado para que su feto no fuera depositado en el hospital, sino convertido en una obra de arte: Margolles realizó una cámara de hormigón a medio camino entre el ataúd y un objeto de arte minimal. Otras piezas utilizan las ropas u objetos de niños muertos en actos violentos y la artista incluso ha realizado una pieza sonora de una trepanación.