CRUMBS

Cansado de recoger, civilización tras civilización, las migajas del pasado, Candy sueña con una vida en la que no esté en un estado de miedo perpetuo. Cuando la nave espacial del cielo comienza a encender sus motores y tras una serie de incidentes poco convencionales, nuestro héroe en miniatura se verá obligado a embarcarse en un viaje épico y surrealista que lo llevará a través del paisaje etíope post-apocalíptico mientras se enfrenta a sí mismo, a su temores, a las brujas, a Santa Claus y a nazis de segunda generación. Sin embargo, sólo descubre que aquello en lo que había creído durante mucho tiempo no es lo que esperaba.

Crumbs es una odisea post-apocalíptica, una película épica. No lo parece, es cierto, entre otras cosas porque también es una comedia surrealista, y una historia de amor, y su improbable héroe es de estatura mínima y dudoso glamour. Y también porque hay un humor absurdo e imágenes de una belleza descomunal, pero que en ningún momento se plantean como un discurso humanista, ni tampoco como una parodia.

Su capacidad de emocionar y divertir a un tiempo no se había visto en el cine español desde hacía mucho, mucho tiempo.