OTHELO

Siempre Shakespeare. Lo cómico es trágico y tan trágico que es cómico, o lo que somos capaces de hacer por odio y celos. Cuatro actores, especialistas en el teatro físico, el clown y el burlesco, interpretan la famosa tragedia de William Shakespeare, Othelo, mediante una puesta totalmente despojada de realismo cotidiano. El juego físico y el verso blanco del maestro inglés se enfrenta y se complementa en un lenguaje lúdico, hilarante y absurdo.  

Respetando el texto de Othelo, su poesía, y tensión dramática, el director  ahonda en las intenciones de los personajes a través del gag cómico, generando una ironía siniestra en la tragedia e Investigo, sin solemnidad, y en la relación entre lo trágico y lo cómico, como claves del teatro clásico y contemporáneo.  

Gabriel Chamé refleja la actualidad de Othelo, cuestionando a los espectadores sobre: el amor la lealtad, el racismo, la ambición, la violencia doméstica, envidia, celos, frialdad científica y o, creencia sanguínea. Othelo es un espejismo maléfico en el que cuando uno se acerca, no ve más que arena. O la propia tragicomedia.