CENTRO DE CREACIÓN CONTEMPORÁNEA

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Marta van Tartwijk

En la fisicidad de ser atravesado por la luz se produce la fenomenología del ver y percibir imágenes

Desde una posición estática se puede decir que hay cosas en movimiento y cosas fijas. Con solo sentir el mundo, uno puede llegar fácilmente a la conclusión de que algunas cosas con las que se encuentra se resisten al cambio, que algunas son permanentes y que otras son inaprensibles; tan pronto como se notan, ya no están allí. La historia de la óptica y la tecnología asociada al ver está plagada de historias que han modificado nuestra idea del mundo. Isaac Newton cuenta como en uno de sus primeros experimentos ópticos usa su ojo derecho. Cerrando su ojo izquierdo mira directamente al sol por un tiempo determinado, para después, sentado a oscuras en su habitación analizar los efectos de la imagen remanente que seguía a su ojo allí donde mirara. Muybridge logró plasmar aquel movimiento no visto, no perceptible por el ojo. Jean Epstein consideró el cinematógrafo encarnaba el mito demoníaco, pues era capaz de registrar y reproducir el movimiento ahí donde de manera natural el ojo no era capaz de percibirlo.

En la fisicidad de ser atravesado por la luz se produce la fenomenología del ver y percibir imágenes. Fenómenos simples como la variación posicional de formas sobre un mismo plano, el desplazamiento alrededor de una forma, la secuenciación o la repetición, la translucidez, son herramientas metodológicas propias de un cine arcaico que reúnen imagen fija e imagen en movimiento. En el pliegue entre cine, dibujo y escultura, en el encuentro entre la forma y la luz, es dónde pretendo situar mi investigación para desarrollar una serie de piezas a lo largo de la residencia que exploren la fenomenología de la visión y el movimiento.

Marta van Tartwijk se ‌licenció ‌en‌ ‌BB.AA‌ ‌en‌ ‌la‌ ‌‌Universidad‌ ‌Complutense‌ ‌de‌ ‌Madrid‌,‌ ‌completando‌ su formación‌ ‌en‌ ‌‌École‌ ‌Superieur‌ ‌d’Art‌ ‌de‌ ‌Bretagne‌ ‌‌(Francia),‌ ‌y en‌ ‌la‌ ‌‌Universitat‌ ‌de‌ ‌Barcelona‌.‌ ‌Entre otros premios ‌obtuvo el de ‌‌Sala‌ ‌d’Art‌ ‌Jove‌ ‌‌(2014‌), ‌el‌ ‌de‌ ‌Creación‌ INJUVE‌ ‌‌(2017), y Circuitos de Artes plásticas (2020), y fue finalista en Getxoarte (2018) y Premi Miquel Casablancas (2020).‌ ‌Su trabajo ha sido mostrado en diversas instituciones como Teatro Pradillo (2016), Sala Amadís (2017), TEA (2018), Romokultur Etxea (2018), Sant Andreu Contemporani (2019), Fabra i Coats (2020), Sala de Arte Joven (2020). Ha recibido la beca de producción de la Comunidad de Madrid (2018) y la beca de residencia de BilbaoArte (2019). ‌En‌ ‌el‌ ‌ámbito‌ ‌de‌ ‌la‌ ‌investigación,‌ ‌compaginó su ‌práctica‌ ‌artística‌ ‌trabajando‌ ‌en‌ ‌el‌ ‌archivo‌ ‌y‌ ‌biblioteca‌ ‌del‌ ‌‌CA2M‌ ‌‌entre‌ ‌2015‌ ‌y‌ ‌2020.‌ ‌