Antonio Guerra
Una tarea para la eternidad toma como punto de partida las huellas que la industria dejó en el entorno natural de Bitterfeld-Wolfen, una región alemana donde el suelo, el agua y el aire fueron profundamente transformados por décadas de actividad química. Desde este contexto, la investigación explora cómo la contaminación no solo altera el paisaje, sino también nuestras formas de percibirlo y representarlo.
A través de prácticas que combinan imagen, escultura y materiales recolectados, en el proyecto se plantean preguntas sobre la memoria de los territorios dañados y sobre los vínculos entre lo visible y lo oculto. El artista busca tejer conexiones entre paisaje, materia e imagen, entendidos como herramientas capaces de revelar las capas invisibles de los procesos industriales y sus efectos en los ecosistemas.
Bio
Antonio Guerra (Zamora 1983) ha expuesto su trabajo en centros de arte como Robert Capa Center de Budapest, FotoDok Utrecht, PhotoIreland Dublín, CA2M Móstoles, Centro Niemeyer de Asturias, DA2 Salamanca, Círculo de Bellas Artes de Madrid, Bienal de Artistas del Mediterráneo en Italia y Grecia, Instituto Cervantes de Madrid, la Embajada de España en Cuba y el Real Jardín Botánico de Madrid.
Ha recibido importantes premios y becas de instituciones entre los que destacan la Beca Fundación Joan Miró y Sotheby's, Beca MUSAC, Ayuda al Arte Contemporáneo del Ministerio de Cultura, Beca de Artes Visuales de la Comunidad de Madrid, Premio Joven Fundación ENAIRE, Futures European Platform y Residencia en la Casa de Velázquez Academia de Francia.
Antonio Guerra es beneficiario de la residencia trimestral para proyectos sobre medioambiente 2025.