CENTRO DE CREACIÓN CONTEMPORÁNEA

Del
al

Antonio Llamas y Lucas G. Torralbo

Un proyecto que nace de la intención de cuestionarse el orden social y la fuerza institucionalizada

Nadie, más allá de su ideología o posicionamientos, puede observar en la calle durante mucho tiempo a un policía.

La insurrección que viene es un proyecto que imagina a policías en tiempos muertos, custodiando fachadas, esquinas, descampados y parques de una ciudad europea desierta, en la que parece haber pasado algo o estar a punto de ocurrir. Como si pudiéramos mirar con atención la periferia de una operación policial en un territorio urbano inhóspito, La insurrección que viene es un proyecto que se aleja del clasicismo del thriller y del género de acción, para introducirse en la pausa, en los momentos de tedio y espera del trabajo de las fuerzas de seguridad. Durante ese tiempo muerto, quizá, haya espacio y libertad para reflexionar sobre la razón de ser de la seguridad y el control estatal, y quizá los propios policías olviden aquello que están custodiando.

Este proyecto nace de la intención de cuestionarse el orden social y la fuerza institucionalizada y legitimada que se representa y se hace también metáfora en la figura policial y en su acción cotidiana. Su imagen está construida siempre desde la heroicidad trepidante o desde la condescendencia y la empatía con historias de hombres y mujeres atormentados que, a pesar de todo, supuestamente pelean contra el mal. Como consecuencia última esto desemboca en una idea romántica de lo policial que sigue invisibilizando lo cotidiano de la autoridad como herramienta y mecanismo.

La insurrección que viene es un proyecto doble: un cortometraje de ficción y una videoinstalación, como frutos de un trabajo de pensamiento e imaginación colectiva sobre el ejercicio del poder uniformado en un sistema y en un tiempo actual de crisis permanente en el que siempre parece estar todo a punto de estallar, y sin embargo nunca llega a ocurrir.

L'esprit de l'escalier es una expresión francesa que se refiere a ese momento en el que tras una acalorada discusión, cuando estás marchándote, te viene a la cabeza la respuesta perfecta, el comentario ingenioso que te hubiera hecho salir airoso del conflicto. El fantasmas de las cosas sin decir.

Antonio Llamas (1992, Madrid) y Lucas G. Torralbo (1993, Madrid) fundan en el invierno de 2014 el colectivo cinematográfico ‘espírituescalera’ con la intención de explorar y encontrar las posibilidades y los aparentes límites de la imagen sonora en movimiento.

Sus obras han recorrido multitud de festivales de cine internacionales y han sido también exhibidas en varias Bienales y en espacios como MATADERO o La Fábrica de Armas de Oviedo, entre otros.

Cofundadores de CARNICERÍA, espacio de creación que comparten con más colectivos cinematográficos y compañeras de otras disciplinas creativas.

Ahora se encuentran también desarrollando su primer largometraje de ficción, LAGUNA.