JERÓNIMO HAGERMAN
Residencias El Ranchito #2
1/2
Date
15
26 September 2010
Venue
Matadero Madrid
Location
Residencia El Ranchito
Category
Institution
Matadero Madrid
El artista Jerónimo Hagerman (Ciudad deMéxico, 1967) utiliza el universo vegetal como una plataforma desde la que explorar las posibilidades de relación personal y emocional con el exterior y con la naturaleza no humana. Sus jardines e instalaciones vegetales buscan confrontar al espectador con las plantas, creando situaciones únicas e irrepetibles en un espacio en constante transformación.
Las piezas del segundo participante del programa de residencias El Ranchito han profundizado en algunos aspectos de los mitos modernos de la civilización frente a lo silvestre, entre los cuales están la domesticación, el paisaje como valor estético y la problemática ubicación de lo humano frente a la naturaleza en contraposición al humano como parte de la naturaleza.
Hagerman comenzó su carrera produciendo instalaciones escultóricas y fotografía en la que se documentaba la corta distancia que a veces hay entre lo artificial y lo natural. Con los años ha enfocado cada vez más su trabajo a los vínculos que unen a las personas con la vegetación. Lleva más de 10 años investigando las distintas variables en la relación con el territorio exterior, el paisaje, y específicamente el jardín como plataforma doméstica de la naturaleza. Actualmente está desarrollando intervenciones vegetales en espacios públicos y privados, donde el espectador encuentra un espacio para analizar y reflexionar las diferencias entre la dimensión humana y el mundo vegetal.
Estos proyectos cuestionan aspectos muy específicos donde la existencia es radicalmente distinta; la dimensión (Bosque a escala, 2006), el tiempo y la estaticidad (Contemplando la invasión, 2004), o la propagación ( Mina Pink, 2005 y Malas Madres, 2008).
Las piezas del segundo participante del programa de residencias El Ranchito han profundizado en algunos aspectos de los mitos modernos de la civilización frente a lo silvestre, entre los cuales están la domesticación, el paisaje como valor estético y la problemática ubicación de lo humano frente a la naturaleza en contraposición al humano como parte de la naturaleza.
Hagerman comenzó su carrera produciendo instalaciones escultóricas y fotografía en la que se documentaba la corta distancia que a veces hay entre lo artificial y lo natural. Con los años ha enfocado cada vez más su trabajo a los vínculos que unen a las personas con la vegetación. Lleva más de 10 años investigando las distintas variables en la relación con el territorio exterior, el paisaje, y específicamente el jardín como plataforma doméstica de la naturaleza. Actualmente está desarrollando intervenciones vegetales en espacios públicos y privados, donde el espectador encuentra un espacio para analizar y reflexionar las diferencias entre la dimensión humana y el mundo vegetal.
Estos proyectos cuestionan aspectos muy específicos donde la existencia es radicalmente distinta; la dimensión (Bosque a escala, 2006), el tiempo y la estaticidad (Contemplando la invasión, 2004), o la propagación ( Mina Pink, 2005 y Malas Madres, 2008).