DEMM25. Conciertos sábado 21 de junio: Baiuca, La Paloma, Hinds y Error 97

Baiuca

Ahora es fácil recurrir a eso de unir el folclore con la vanguardia. Pero cuando Baiuca empezó a hacerlo, era terreno inexplorado. El gallego une las sonoridades de su tierra con una actitud aventurera que le lleva a la electrónica y a nuevas dimensiones creativas. Un viaje imparable en el que cada obra entregada ha supuesto un paso delante. Su último y más reciente trabajo, Barullo (2024) es la confirmación definitiva de todo lo apuntado anteriormente. En directo, esa mezcla mágica se convierte en una fiesta irresistible e inolvidable.

La Paloma

El rock vuelve. Lo afirman La Paloma, aunque quizá nunca se haya ido. La gran promesa realidad de la escena madrileña se postula como el gran siguiente grupo del género. Les avalan discos ya emblemáticos como su debut Todavía no y haber llenado salas como La Riviera. Tienen canciones con marchamo de himno, tienen carisma, tienen letras generacionales y tienen como objetivo convertirse en la gran banda de su generación. Todo apunta a que lo van a lograr y bien pronto.

Hinds

Quizá el grupo nacional de rock con mayor proyección internacional de… siempre. Hinds, ahora girando en torno a su concepción inicial como dúo han conquistado público y prensa allá donde han ido. Eso incluye toda Europa, Asia, Reino Unido y Estados Unidos. Auténticas hazañas que Carlota Cosials y Ana Perrote han convertido en cotidianas. Su más reciente trabajo, Viva Hinds (2024) cuenta con colaboraciones de postín como las de Beck o Grian Chatten (Fontaines D.C.) pero, lo que es todavía más importante, es el mejor de su carrera.

Error 97

Un día eres joven y airado y al siguiente descubres que hay alguien mucho más joven y mucho más airado que tú. Pues bien: Error 97 son esos jóvenes airados llamando a tu puerta. Álvaro Casado, Gonzalo García, Sara Guayanay y Nicolás Escardó, de 20, 20, 19 y 18 años respectivamente, vuelcan en sus canciones miedos, preocupaciones, anhelos, sueños y todo aquello que les pasa por su cabeza. Seguramente, tenga mucho que ver con lo que te pasaba a ti por la cabeza cuando tenías esa edad: ese mensaje que no te llegaron a responder, la imagen que te devuelve el espejo o la firme convicción de que nadie te entiende.