Dalila Ennadre

Su cine, íntimo y comprometido, se adentra en los márgenes: mujeres invisibles, voces silenciadas, historias que resisten el olvido. Ennadre filma desde dentro, con una escucha atenta y afectuosa, para transformar el gesto documental en una forma de cuidado y reparación. En El Batalett, retrata la vida cotidiana de las mujeres en la medina de Casablanca; en J’ai tant aimé, da palabra a una prostituta forzada a colaborar con el ejército francés; en Des murs et des hommes, levanta un mapa sensible de una ciudad hecha de voces. Y en Jean Genet, Notre-Père-des-Fleurs, su última película, evoca la figura del escritor francés que encontró en Palestina el eco de su propia lucha. Un cine que se escribe en presente, pero que proyecta siempre un futuro más justo.