J'ai tant aimé...

Fadma es una perspicaz y traviesa mujer de 75 años que pide limosna todos los días en las cascadas de Ouzoud, un popular lugar turístico de Marruecos. Aquí, todo el mundo conoce la extravagante historia de este personaje público. En su juventud, Fadma fue reclutada por el ejército francés para servir en Indochina como prostituta para los oficiales franceses y los soldados marroquíes.

Un pasado oscuro y silenciado, que Fadma ilumina con su personalidad, llena de humor, sutileza y picardía. Esta mujer, ahora sola y pobre, pero absolutamente libre («Nunca dejé que nadie me colonizara», dice riendo), cautivó a la directora Dalila Ennadre: "Algo pasó entre ella y yo. Descubrí una historia, y a una mujer, Fadma, amorosa en el sentido más auténtico de la palabra: ama el amor y la sexualidad, habla de ello abiertamente, y cuenta su vida en la que descubrió el placer, algo a lo que nunca tuvo acceso, un derecho que le fue negado".