Matadero Madrid center for contemporary creation

Silvia Zayas presenta en Matadero Madrid su exposición ê, un acercamiento sensorial a los misterios marinos

Del 15 de diciembre al 30 de enero en la Nave 0 de este espacio del Área de Cultura del Ayuntamiento

Matadero Madrid, centro de creación contemporánea del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, presenta la exposición ê, de Silvia Zayas, dentro del programa Profundidad de campo, dedicado a la muestra y estudio de las prácticas audiovisuales. Desde su apertura en enero de 2019, este programa internacional ofrece una visión en profundidad del trabajo de artistas que desarrollan su obra en formato vídeo, dialogan con el cine o proponen instalaciones con imágenes en movimiento, como Meiro Koizumi, María Ruido, Erick Beltran, Laida Lertxundi, Manon de Boer o Hao Jingban, entre otros.

En esta ocasión, Silvia Zayas, artista que trabaja en la frontera de las artes escénicas, el cine y la coreografía expandida, presenta ê, propuesta seleccionada en la convocatoria extraordinaria ‘Profundidad de campo de apoyo a proyectos audiovisuales’ en el marco Matadero Crea 2020/2021. ê es parte de una investigación sobre modos de percepción subacuática y presta atención a cuestiones tan poco estudiadas por la ciencia actual como las formas de comunicación de tiburones y rayas.

El universo bajo el mar

El buceo y las grabaciones en vídeo y audio bajo el agua son clave en la investigación de Zayas, que inventa dispositivos para la filmación usando cámaras sin visor y de baja calidad que, atados a los cuerpos bajo el agua, graban sin usar el modo habitual mano-ojo. Esta práctica proporciona un acercamiento no reglado por la lógica del pensamiento humano, incorporando así el azar y la no planificación en el proceso de aproximación al objeto de estudio.

Según señala la artista, “las imágenes de ê se han filmado en el ecosistema marino de zonas urbanas del Mediterráneo catalán. Algunas son testigo de la inminente mutación de la zona del espigón de la playa de San Sebastián de Barcelona, cuyas obras de ampliación se inician ahora. Otras se grabaron en el bosque de postes de hormigón del Pont del Petroli en parte derrumbado por el huracán Gloria. Otras entre aguas donde prevalecen los anzuelos de pescadores, en espigones industriales. Y algunas, a mucha más profundidad, bajo la luz indetectable de un faro”. Con estas inmersiones, en busca de poblaciones residentes de rayas eléctricas (especie TorpedoTorpedo), Zayas buscaba respuesta al interrogante de por qué al contrario de otras especies de rayas en extinción en el Mediterráneo, solo éstas parecen resistir varios tipos de contaminación, incluida la acústica. En su recorrido, la artista registra los trazos que dejan las rayas en su deambular marino, evidencias abandonadas tras dejar sus escondites en la arena, y constata la habilidad de estos peces para desaparecer de casi todas las imágenes.

Imagen y sonido para la recreación de una atmósfera

La grafía ‘ê’ describe un sonido nasal que no existe en español y sí en la lengua materna de la artista: el portugués. Este sonido surge al taparse la nariz para ecualizar la presión bajo el agua, aunque suena algo más grave, e introduce la importancia del elemento sonoro en la investigación de Silvia Zayas, que envuelve las imágenes en una atmósfera de irrealidad.

ê invita a entrar en un estado casi de sueño”, comenta la artista. “Las secuencias, en su incapacidad de mantenerse puras solo en los fenómenos, son interrumpidas por memorias infantiles o inventadas, conversaciones espigadas del día en que apareció flotando un cadáver, la batimetría de la costa previa a las obras. También las apariciones casi humorísticas que nos lanzan a lo prosaico de lo cotidiano, como una arqueología boba (una botella-piano, unos deseos de San Juan lanzados al mar, una dentadura de alguien que pegó una carcajada), y lo anómalo... Todas esas presencias en relación narran, a la vez, el vacío de un encuentro siempre casual con las rayas”.

El resultado es un filme de visualidad háptica, de ritmos, beats, clicks, impulsos… Una secuencia de condensaciones deformadas de esa experiencia de relación con otras formas de sentir/percibir, conformando un relato que tiene sus flujos, lentitudes y agujeros narrativos.

Otros cuatro elementos acompañan la película ê: La pieza ooooo (2021) puebla la sala de pequeños ‘individuos’ de sedimento semiocultos que podrían verte sin ser vistos, o sin ser vistos en su totalidad, y eso no importa. Tal vez encuentres alguno en un relumbrar de linterna.

En llegó un canto y no pudimos escucharlo (2021), un extracto de las conversaciones con el investigador Michel André, escuchamos una voz que habla de ritmo y, si cierras los ojos, esa emisión parece salir de una boca en la nada. En olha no mar grande os carneirinhos (2021) nos roza una corriente de aire incontrolable, que no sabemos de dónde viene y que será detectable solo a veces. Y, por último, Ray song (2021) es un prototipo de pantalla auto sintiente que surge de la fantasía infantil de que todas las pantallas reaccionen emocionalmente a lo que emiten. Por ejemplo: si reprodujera una secuencia de acción, la pantalla echaría a correr; si mostrara alguien triste en un drama, la pantalla se arrugaría un poco, o temblaría y se tornaría azul como un paisaje helado. Aquí, el prototipo reacciona a las imágenes que proyecta siguiendo unos patrones internos y, además, la pantalla nunca desvelará la secuencia completa si detecta una presencia. Te pide tiempo y un acercamiento delicado y suave.

Para el desarrollo de su investigación, Silvia Zayas ha trabajado acompañada por el especialista en bioacústica Michel André, integrante del Laboratori d’Aplicacions Bioacústiques de la Universidad Politécnica de Catalunya, y por el especialista en elasmobranquios Claudio Barría, integrante del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC y codirector del proyecto Catsharks con sede en Barcelona. Además, la artista ha contado con otras colaboraciones puntuales, como la de Miguel Aparicio, A Smart Workshop y Underwater Barcelona, en una red de trabajo en constante transformación, ampliación y diálogo.

Con esta exposición, Matadero Madrid cierra el ciclo abierto con la convocatoria extraordinaria ‘Profundidad de campo de apoyo a proyectos audiovisuales’, propuesta en el marco Matadero Crea 2020/2021. Desde 2018, Matadero Madrid desarrolla proyectos de sostenibilidad ambiental a través de su laboratorio artístico por el clima del Instituto Mutante de Narrativas Ambientales (IMNA)

Datos prácticos

ê – una exposición de Silvia Zayas

Del 15 de diciembre de 2021 al 30 de enero 2022. Nave 0. Matadero Madrid 

Acceso libre hasta completar ocupación

Martes a jueves 17-21h. Viernes, sábados, domingos y festivos 12-21h. Lunes cerrado

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